Durante la práctica de abogado, se ha notado varios puntos por sí mismo. Sería bueno hacer públicos algunos de ellos, pero por alguna razón, incluso los buenos defensores los ignoran. Decidí compartir algunas de mis observaciones. Creo que ayudarán a todos los que planean comparecer ante el tribunal.
1. Piense en la secuencia de sus preguntas
Creo que en el contrainterrogatorio, primero pregunta: «Nunca ha trabajado para un banco en toda su vida, ¿verdad?» El testigo responde: «Sí, es cierto». Luego empiezas a desarrollar los detalles: «Trabajaste en el Instituto A, y el Instituto A no es un banco, ¿verdad?» Probablemente esté utilizando el método de «respuesta en cuestión». La primera pregunta ya contenía la respuesta, recuerda: «Nunca has trabajado en un banco …». Pero, si simplemente reorganiza las palabras en la oración, entonces evita la objeción:
Trabajaste en el Instituto A y el Instituto A no es un banco, ¿verdad? … Trabajaste en el Instituto B, y el Instituto B no es un banco, ¿verdad? … Etc. Luego, repase cada uno de los trabajos de su experto en este sentido, resumiendo las respuestas de la siguiente manera: «De hecho, en toda su vida, nunca ha trabajado en un banco, ¿verdad?» (El experto puede haber trabajado en otro lugar y el último lugar de trabajo puede ser un banco)
Preste atención a la consistencia, esto le permitirá entrar en detalles. Siga el orden correcto.
2. Evite preguntas que ya tengan objeciones
Por ejemplo, la pregunta: «¿Nadie te dijo …?», Respuesta: «No». Sí, decimos eso, pero crea ambigüedad: «¿Alguien le ha dicho esto al testigo o no?» Como regla general, un abogado, incluso uno bueno, hace estas preguntas todo el tiempo. Y en vano.
Saque el «no» de su pregunta, o haga la pregunta de una manera que evite la ambigüedad. Por ejemplo, puede hacer una pregunta como esta: «¿Alguien le ha dicho esto…?» O, si la pregunta pone nervioso al testigo: «Nadie te dijo eso, ¿verdad?» Cuando el testigo responde «Sí, es cierto», evita la ambigüedad.
3. Evita la monotonía
Sí, estás acostumbrado a hablar al mismo ritmo, tono. Sin embargo, estoy seguro de que en ocasiones se puede hablar más rápido (más lento) y más alto (más suave, más bajo). Cambie el tempo de su discurso, hable más alto o más suave cuando el contexto lo requiera.
4. Prepárate
Entiendo que un abogado debe prepararse para el contrainterrogatorio con anticipación, considerando cómo desafiará las declaraciones del testigo si intenta «hacerse a un lado». Pero hay que reaccionar ante el ambiente de la cancha. Quizás un testigo te dé una oportunidad: «Cuando pensaste en esto, me di cuenta de que nunca había visto ningún material confidencial durante los 10 años de mi trabajo en la empresa». No te pierdas este momento.
Puede pasar directamente a la siguiente pregunta porque puede obtener la respuesta que desea. Reacciona según la situación: “¿Manejaste una plantilla de 15 personas? ¿Tuviste acceso a información sobre sus sueldos y bonificaciones? ¿Tuvo acceso a sus números de seguro social? ¿Y afirma que no ha visto ninguna información confidencial? » No te dejes llevar por tus notas, no te sumerjas lo suficiente en ellas como para ignorar la importante respuesta del testigo.
5. Recuerde que su testigo no es necesariamente el testigo más importante del caso
Esto es especialmente importante de entender para los jóvenes aspirantes a abogados a quienes se les permitirá interrogar a un par de testigos en busca de experiencia. El hecho de que te hayan asignado para interrogar a un testigo no significa que sea el más importante. Por lo tanto, no debe «torturarlo» durante 3 horas en lugar de una y media solo para mostrar sus calificaciones y demostrar sus capacidades.